La semana pasada un grave error de seguridad no se sabe donde provocó que cinco de los ocho servidores de Canonical empezasen a atacar a otros sistemas alojados en diferentes partes del mundo, lo que obligó a desconectarlos y causar mucha confusión y tensión.
Los servidores en cuestión que protagonizaron tal evento contaban con versiones de Ubuntu bastante desactualizadas y sin ningún tipo de parches de seguridad, lo que pudo facilitar la programación por parte de los usuarios que se encargaron de infectarlos.
Todo esto se detectó el sábado, cuando los servidores empezaron a dar registros de fallos provocando un caos en toda la comunidad que se conectaba a ellos. Canonical, por su parte, arregló todos los problemas en muy poco tiempo y nos ha dejado claro en un comunicado oficial que no fue problemas de sus datacenters sino de otros locales que sirven de puentes de acceso, que escapan a su control.
Mientras tanto, siguen insistiendo en que no hay por qué preocuparse por la seguridad de Ubuntu, todo funciona bien como hasta entonces y sigue ofreciendo lo mejor de sí.
Vía: Fresqui
Autor: Daniel Piñas